Skinamarink, experimentando la oscuridad [Reseña]
Skinamarink es una película de terror de la que mucho se ha hablado recientemente. Por fin ha llegado a algunas salas de cine de México (como Cinépolis VIP o Cinemex Platino) para contarnos una historia diferente de horror que quizá no tiene tanto impacto como se ha dicho, pero aquí les contamos más.
Esta cinta es dirigida y escrita por Kyle Edward Ball. Debido a una falla en una de las proyecciones de un festival, muchos pudieron descargarla y, por ello, se comenzó a transmitir en TikTok y YouTube antes de su estreno oficial. Fue hasta este fin de semana cuando se pudo ver en cines. El nombre de la cinta proviene de una canción popular para niños titulada Skinnamarink.
Es protagonizada por Lucas Paul, quien interpreta a Kevin, y Dali Rose Tetreault, quien interpreta a Kaylee. En la historia, estos dos niños despiertan en medio de la noche dándose cuenta de que sus papá no está. Conforme pasa el tiempo, se dan cuenta de que las puertas y ventanas han desaparecido, y comienzan a suceder cosas muy extrañas. ¿Qué es lo que hace a Skinamarink diferente?
No es la típica película de terror, aunque tampoco es la maravilla. Tiene una primera hora que puede resultar bastante aburrida para aquellos a los que les gustan las cintas con un poco más de acción. Aún así nos transmite la confusión de dos niños pequeños al verse solos en casa y el tipo de situaciones que se podrían suscitar, lo cual resulta angustiante.
Por otra parte, sigue el principio de no mostrarnos mucho. Podemos ver algunos elementos y escuchar ciertos movimientos, pero no lo vemos en su totalidad, los cual nos lleva a imaginar quizá más de lo que está pasando, jugando con nuestra mente. Tal cual nos pone en el lugar de los protagonistas. ¿Quién no se ha imaginado que la silla llena de cosas es un monstruo nocturno que nos acecha?
La película sigue avanzando y nos somete cada vez a cosas más raras. Sin embargo, no nos explica mucho. Por lo que si son de esas personas que les gusta descubrir el por qué acerca de lo que está pasando, esta película no es para ustedes. Aunque por otra parte eso ofrece la libertad de que uno pueda crearse diferentes teorías sobre lo que está sucediendo.
Para ver Skinamarink debe hacerse con la mente abierta sabiendo que no verás la típica historia comercial de terror. En ocasiones recuerda al juego Among the sleep. Tiene sus intentos de crear “jumpscares”, pero resultan muy predecibles. Una película con su propio ritmo que construye una atmósfera que logra inquietar, pero no lo suficiente como para ser de las mejores.
