Sator: La entidad oscura del bosque [Reseña]
Sator es una película indie de horror con una atmósfera extremadamente oscura. Perfecta para aquellos que les gusta adentrarse en el bosque y saben que no están solos en él.
Es importante mencionar que la producción de Sator no fue sencilla. Sin embargo, el director Jordan Graham, quien también escribió el guion, logra darnos una historia inquietante. La película anduvo por varios festivales desde el 2019 y, finalmente, llegó a internet en febrero de este año. Antes de eso, la post-producción duró seis años debido a las limitantes y el poco presupuesto que tenía Graham. La filmación duró 120 días, en los cuales, sólo estaba el director y algunos de los actores. Él mismo realizó la música.
La historia nos cuenta acerca de una familia que vive aislada en el bosque donde son vigilados por una entidad sobrenatural llamada “Sator”. Desde el inicio nos damos cuenta que entre la familia existe una especie de tensión a raíz de la situación con Nani y “Sator”. Esta inquietud en ningún momento se desvanece, nos acompaña durante toda la película en escenas oscuras, algunas en blanco y negro, en las narraciones. Hay algo en toda esa oscuridad que nos amenaza. También, el director nos sumerge en una duda: ¿Será que todo está en la mente de los personajes o sí existe esta entidad? Ambas son posibles.
Detrás de la película
June Peterson, quien interpreta a Nani, personaje clave dentro de esta creencia en Sator, era la abuela de Graham. En 1968, ella tuvo contacto con una entidad a través de la ouija, se obsesionó tanto con eso que fue internada en un hospital psiquiátrico. Muchas de las narraciones que aparecen en la película son parte de lo que realmente creía June Peterson, quien falleció poco antes del estreno de la cinta. Muchos de los fragmentos de texto que aparecen durante ella fueron parte de la “escritura automática” realizada por Peterson en 1968 bajo la influencia de la entidad.
Sator es una película con una gran atmósfera oscura con paisajes fríos y desoladores. Los personajes están a merced de una entidad, de la cual desconocemos sus intenciones. Es una historia de paso lento, pero inquietante. No es de sustos fáciles, sino que va introduciéndose en tu mente y dejando incógnitas. Una excelente propuesta indie y ejemplo de lo que se puede lograr con muy poco cuando las ideas son bien ejecutadas.
