American Horror Story: Double Feature – Red Tide [Reseña]
American Horror Story arrancó con la temporada diez. En esta ocasión, han decidido dividirla en dos historias y de ahí su nombre Double Feature. La primera lleva por título Red Tide y apenas finalizó la semana pasada.
La décima temporada de American Horror Story se titula Double Feature porque estará dividida en dos historias. La primera es Red Tide y la segunda Death Valley. En esta primera parte que comenzó el 25 de agosto pudimos disfrutar la participación de Lily Rave, Evan Peters, Finn Wittrock, Sarah Paulson, Frances Conroy, Leslie Grossman, Billy Lourd, Adina Porter, Angelica Ross, Macaulay Culkin y Ryan Kiera Armstrong. Realmente, esta historia fue una marea roja llena de sangre, la cual contrastaba con los paisajes de colores fríos del lugar.
En Red Tide pudimos ver a Harry y Doris (Lily Rabe y Finn Wittrock) llegar con su hija Alma (Ryan Kiera Armstrong) a un lugar tranquilo para que él se pudiera concentrar en la creación de un guion. Sin embargo, encontraron el oscuro secreto que esconde este pueblo para los artistas. Aquí, Harry comienza a explorar y conoce a cada uno de los extraños personajes que habitan en este pueblo, así como su gloria y perdición como escritor.
American Horror Story apuesta por lo vampírico con ciertos aires putrefactos de zombie para crear una historia que resulta simplemente entretenida. Después de tantas temporadas, altos y bajos, sólo nos queda esperar que la historia nos entretenga, aquellas grandes han quedado en el pasado. Red Tide lo logra muy bien. Como toda historia de horror, comienza con un misterio que nos va llevando poco a poco a conocer los rincones de Provincetown y sus excéntricos habitantes.
En cuanto a los habitantes, tenemos a dos drogadictos interpretados por Macaulay Culkin (Mickey) y Sarah Paulson (Tuberculosis Karen). La emoción por ver esta temporada era que significaba un tanto, el regreso de Culkin. Podemos ver que lo ha hecho magnífico. Un personaje que se va adentrando en la historia con pequeñas acciones y evoluciona dentro de los límites de la misma. Podría convertirse en un buen actor recurrente de esta serie. Por otro lado, tenemos a Sarah Paulson, quien ha perdido el protagonismo y vemos a un personaje lleno de histeria aparecer por aquí y por allá. Realmente, no aporta absolutamente nada y es lamentable, dado que nos ha ofrecido grandes personajes anteriormente. Es un personaje que parece nunca despegar.
Finn Wittrock nos demostró que es bueno para estas historias desde su aparición en American Horror Story: Freak Show, y se ha convertido en un favorito. De lo psicópata y excéntrico que lo hemos visto antes, ese es su papel más normal. Un padre de familia y guionista que busca tener éxito en Hollywood, lo cual requiere un sacrificio. Actúa junto con Lily Rabe, quien es la matriarca de esta familia. Una mujer con miedos que va perdiendo fuerza por todo lo que sucede en esta historia. La combinación Wittrock y Rabe ha resultado bastante bien.
La cereza de esta familia es Alma. Como en todas las series, tenemos a una niña / niño que nos hace jalarnos los pelos y queremos que acaben con ellos. En esta ocasión, es Ryan Kiera Armstrong. Una pequeña violinista del diablo, completa psicópata. Una de las villanas de esta sangrienta historia. El fallo es que, a veces, el personaje de Alma no es tan creíble por sus diálogos que podrían ser de alguien adulto. Aun así, nos incomoda y nos enoja en ciertas situaciones.

Seguimos con las villanas. Frances Conroy ha obtenido un papel muy importante colocándose como una gran antagonista llamada Belle Noir. Tenemos un episodio que nos muestra la evolución de la personalidad de su personaje. Lo ha hecho muy bien y le va la maldad, la cual porta con mucha elegancia. Junto a ella está Evan Peters, quien interpreta a Austin Sommers. Esta dupla está muy bien balanceada y tenemos un maravilloso capítulo de Peters como Drag Queen. Llegamos a Leslie Grossman, una mujer ejecutiva, fría, calculadora y de objetivos claros que hará lo posible por enriquecerse. Es, sin duda, una gran participación. Finalmente, Angelica Ross es parte de la causa de todo este caos vampírico que se desata y nos ofrece la explicación a todo esto.

¿Y la historia? American Horror Story: Double Feature: Red Tide nos da una historia de vampiros muy distintos. Pues se convierten en eso debido a una pastilla que enaltece los dones de quienes tienen potencial para alguna actividad. Mientras que, a los que no tienen ningún don, los transforma en unos Nosferatu sin razón. A partir de ello podemos ver cómo algunos de los personajes son llevados por su ambición y ego a niveles insospechados. ¿Qué harías por lograr tu obra maestra y obtener fama y fortuna? A varios de ellos no les importaría beber sangre si eso significara ser reconocidos en el mundo y no volver a trabajar jamás.
Aunque la idea es buena, como es de esperarse, es tan corta que deja interrogantes regadas en la marea roja. Lo peor de todo esto es el final, el cual era completamente innecesario, pues lo vemos venir desde que indican los personajes que irán a Los Ángeles. Aquí, Brad Falchuk y Ryan Murphy se han ido completamente por lo fácil y predecible, lo cual es decepcionante. Afortunadamente, no nos tuvimos que echar una temporada de diez o más episodios para llegar a esta conclusión.
American Horror Story: Double Feature: Red Tide resulta una primera parte entretenida con personajes interesantes. Algunos actores recurrentes y otros que se suman a este barco como Macaulay Culkin, que esperamos no se baje pronto, y Ryan Kiera Armstrong, a quien odiamos porque lo hizo bastante bien. Ya veremos lo que nos espera en la segunda parte titulada Death Valley.