#31DaysOfHorror: Halloween Ends
Este fin de semana se estrenó Halloween Ends, el punto final de la trilogía y de la franquicia que nos relataría el último encuentro entre Laurie Strode y Michael Myers. ¿Lo logró?
Dirigida por David Gordon Green basándose en los personajes de John Carpenter y Debra Hill, Halloween Ends es la última parte de esta trilogía que comenzó en el 2018 para reiniciar la línea de tiempo tomando como punto de partida Halloween de 1978. Hubo muchos momentos en esta montaña rusa y, por eso, es pertinente hacer un análisis del todo antes de sólo criticar esta película.
Todo inicia en Halloween de 1978, cuando tenemos a este psicópata llamado Michael Myers desatando el terror en Haddonfield. De estos ataques, quien sobrevive, como bien sabemos, es Laurie Strode interpretada por Jamie Lee Curtis. Durante ese tiempo, veíamos a Michael como un niño perturbado que mata a su hermana, crece y comete una serie de crímenes al escapar. Sin embargo, él no habla, sólo actúa, tiene un objetivo en mente, pero poco sabemos de su motivación y ese misterio nos atrae.
Posteriormente, llega Halloween en el 2018 para retomar la historia cuarenta años después. Vemos a una Laurie Strode al borde de la psicosis y cómo lo que vivió en 1978 la consternó y afectó toda su vida. Desde ese momento deseamos ver el gran encuentro entre Laurie y Michael. La película nos muestra una serie de guiños que nos traen esa nostalgia. Y nos dejan en un “continuará”… Hasta que llega Halloween Kills en el 2021. En ella, vimos a un Michael desenfrenado, quizá bastante molesto por no haber cumplido su cometido. La “mirada” que lanza en Halloween (2018) cuando se ve encerrado en el sótano nos dice todo. Tenemos una masacre en todo Haddonfield y un pueblo cansado de toda esa situación.
Desde esa segunda parte nos lanzan ciertas teorías sobre Michael Myers. Las conversaciones entre Laurie y Frank nos quieren dar una idea de qué sucederá en la siguiente al tratar de descubrir quién es Michael, qué significa y cómo acabar con él. Ahí nos plantan la idea de que podría ser algo sobrenatural; que su motivación quizá no es Laurie, sino su casa; que es sólo un hombre o tal vez es la idea del miedo. No nos dan respuesta, pero en el desenlace claramente descartan algunas de estas posibilidades.
Cuando salió Halloween Kills mucha gente estaba enojada porque no había historia… ¿Cuál iba a haber si era sólo un puente con un Michael en completa acción? Y ahora que se nos da una trama, tampoco quedan conformes. Dejando eso a un lado, lo que hace Halloween Ends es bastante lógico y por eso es un buen cierre de todo.
Esta tercera película se sitúa cuatro años después de lo sucedido en Halloween Kills. Laurie nos va contando cómo Haddonfield se encuentra, cómo ella y su nieta recuperaron poco a poco su vida, pero siempre con la incógnita sobre qué pasó con Michael. Después nos introducen a un nuevo personaje, Corey (Rohan Campbell), que parece no encajar en todo esto, pero sí lo hace. Él es un chico cuyo desafortunado evento lo llevó a convertirse en el nuevo monstruo de Haddonfield, porque así es actualmente, siempre tiene que haber alguien a quién señalar. Esto lo afecta tanto que se convierte en el nuevo psicópata.
Sin embargo, aquí tenemos algo muy importante. Corey tiene una motivación muy clara, la venganza. Quiere deshacerse de todos aquellos que lo han señalado, molestado y hecho menos. Aquí se retoma una de las teorías que la gente tenía y es si iban a reemplazar a Michael con otro para que la leyenda siguiera infinitamente. La respuesta es obvia: ¡No hay otro Michael, no puede haberlo! Corey quiere ser como Michael, pero lo que lo motiva no es lo mismo y esa es parte de la esencia de Michael. Nos quieren hacer creer que habrá otro, pero no, nadie puede quitarle el lugar al verdadero Michael y por eso debe emerger de la oscuridad para hacer lo que sólo él puede hacer.
Tal vez este personaje Corey toma gran parte de la trama, qué terrible, no vemos a Michael. Si hubiera sido una gran pelea entre Michael y Laurie también habría quejas de que siempre lo mismo, cómo pueden seguir haciendo esas cosas cuarenta años después, etcétera. En este punto, Halloween Ends acierta. Siempre se nos ha dicho que Michael es el Coco (el Boogeyman) y de ahí las teorías acerca de si es un ser sobrenatural. ¡Pues no lo es! En esta última parte se le devuelve lo “humano” a Michael. Es un psicópata, sí. Al que le dieron una paliza en la película anterior, por lo que en ésta no podía andar por ahí, así sin más, clavando gente por las paredes. Sigue matando, sí. No de manera descontrolada, ya no está para eso. Aunque todavía tiene la energía para un último encuentro, el que realmente importa. ¿Y por qué está en los túneles? Bueno, porque hay una parte en la que dice que demolieron la casa, cosa que también motivaba a Michael.
Por otro lado, tenemos a Laurie Strode. La final girl por excelencia. Antes de que saliera la película se especulaba que ella moriría también y así terminaría la franquicia. Sin embargo, Jamie Lee Curtis se mantiene como una gran final girl. En toda la franquicia ha sufrido pérdidas gracias a Michael y, por fin, tienen un gran encuentro dentro de sus posibilidades cuatro décadas después. Toda la actitud que tiene en la película es resultado de lo que ha vivido en las películas que conforman esta trilogía, partiendo de la original. Realmente, Laurie Strode ganó este final por toda la lucha por sobrevivir.
Como toque final, tenemos una serie de guiños dentro de la película, no sólo hacia otras de la misma franquicia, sino a las cintas de John Carpenter. Quizá hubiera sido mejor terminar con el tema principal de Halloween al final de los créditos, pero eso ya es secundario.
Desde un inicio se nos dijo que Halloween Ends sería menos violenta. Vuelve a esas muertes menos gráficas como en la original y con una trama más amplia. Esta película da un buen cierre a los personajes que realmente nos interesan. Elimina todas las posibilidades de un regreso y todos pueden descansar en paz.
